El pasado jueves 8 de agosto Pilmhor recibió una visita muy especial: el Lic. Alfredo Félix Blanco recorrió nuestra planta industrial y se reunió con integrantes del actual directorio de la empresa. Para quienes integramos Pilmhor, se trató de un encuentro importante y emocionante, porque Alfredo Blanco fue una de las personas que, hace 47 años, confió en el proyecto de nuestros fundadores para desarrollar el primer motor hidráulico orbital reversible de América Latina. Para ello aprobó el otorgamiento de un crédito a través del —por entonces— Instituto de Promoción Industrial (IPI) de la Provincia de Córdoba. Con esos recursos, Pilmhor adquirió las primeras máquinas propias y contrató los operarios que las manejaron. Ese apoyo resultó un pilar fundamental para nuestra trayectoria, a partir del cual pudimos crecer, expandirnos e innovar en nuevos productos y mercados.
A mediados de la década del 70, poco después de recibirse de Licenciado en Economía en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Alfredo Blanco ocupó la secretaría técnica del IPI y tuvo a su cargo el diseño y la implementación de una línea de créditos destinados a promover la industria cordobesa. Luego, a lo largo de su extensa y prolífica trayectoria, también ejerció la docencia en universidades nacionales y del exterior, fue decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNC, asesor económico en el ámbito de la actividad privada, secretario de Gobierno de la Municipalidad de Córdoba, presidente del Concejo Deliberante de la ciudad y senador y diputado provincial, entre muchos otros roles en que se desempeñó.
En su visita mantuvo un extenso diálogo con Carlos Papis —uno de nuestros socios fundadores— y con integrantes del actual directorio de Pilmhor, que estuvo encabezado por su presidente Christian Cavallo. Recorrió las instalaciones de la empresa y recordó “esa gran vocación por hacer” y el “enorme conocimiento técnico“ que tuvieron los pioneros de Pilmhor. “Nos reunimos muchas veces con Papis, Calloni y Giovanetti, fueron varias reuniones antes de que se aprobara el crédito. Cada proyecto tenía sus particularidades, pero en este caso se evidenciaba la sofisticación técnica del producto —el motor hidráulico orbital— y el profundo conocimiento de la tecnología que ellos tenían, además de que dominaban el rubro, porque habían trabajado en Venturi y en Capeta y Rodríguez”, recuerda Blanco. “En aquellos años no se los denominaba de esta manera, pero ellos fueron ‘emprendedores’, con capacidad técnica, conocimiento del mercado y una gran contracción al trabajo”, sintetizó.
Desde Pilmhor agradecemos la visita y el intercambio mantenido con el Lic. Alfredo Blanco, que nos renovó el compromiso por crecer e innovar a partir de la calidad de productos y servicios, pilares fundamentales en nuestra historia.